Porto connection

Hoy hemos terminado nuestra última mudanza. Nos hemos venido a vivir y a trabajar a La Peregrina,hemos contribuido a reformar la casa que fuera la residencia de artistas de Episodio Piloto y estamos acondicionando junto a los artistas Olmo Blanco y Diego Vites el Galpón del complejo residencial para la próxima presentación del proyecto artístico F.A.C. Peregrina, Furancho de Arte Contemporánea, del que pronto tendréis noticia.

Entre tanto, retomamos las crónicas y reflexiones pendientes. La primera:
Porto Connection.

Hace unas semanas que hemos comenzado a colaborar junto a los compañeros de Baleiro con el Grupo de Investigación de la U.S.C. Arte y Estética Contemporánea en el marco del proyecto «Canales alternativos de produccion arstística experimental. Eje Atlántico 1975-2000». Concretamente nuestra colaboración atañe a la construcción de un pequeño archivo audiovisual del que formarán parte entrevistas realizadas a los «bricoleurs» de esos canales alternativos de producción artística experimental y que nos servirá a nosotros, a Baleiro y a todos los proyectos y colectivos con los que estamos en contacto para ampliar red. Para comenzar nos hemos trasladado a Porto donde nos hemos encontrado con André Sousa, artista plástico que nos ha presentado el proyecto «Uma certa falta de coerência»; un espacio en el nº 77 de la Rúa Caldeireiros, gestionado por artistas (el propio André Sousa y Mauro Cerqueira) para la presentación y la discusión de proyectos en torno al arte. De la entrevista a Andre Sousa lo que más nos impactó, dadas las condiciones del espacio y sus increíbles posibilidades para la intervención artística, fue la siguiente reflexión compartida por Andre y Mauro al inicio del proyecto cuando lo que buscaban era una vivienda: «si se puede vivir en estas condiciones se tiene que poder hacer arte en estas condiciones» y bajo esa premisa abrieron el espacio tal y como lo encontraron a la presentación y discusión de esos proyectos artísticos que les interesan o con los que en tanto artistas desean relacionarse.

El mismo Andre nos acompañó algo más tarde a conocer otro espacio en la misma Rúa Caldeireiros: el «Lofte», un espacio en el interior de lo que fue el primer hospital de Porto construido en el SXIII y que recuperado por un grupo internacional de artistas, hoy sirve de sede de festivales y exposiciones además de espacio de cotrabajo para un grupo de quince profesionales del diseño y de la arquitectura. Ahora creemos recordar que fue en el momento en el que salíamos del «Lofte» en pleno centro de Porto cuando pensamos que pese a estar dentro de lo que hemos dado en llamar «Eje Atlántico» como marco de estudio, Porto, como ciudad no es en absoluto comparable ni medible con Santiago de Compostela, comenzando por sus dimensiones, siguiendo con sus poblaciones y terminando con su pasado industrial – el de Porto, porque el de Santiago no se conoce-. Fue en ese momento, también, cuando comenzamos a aplicar la reflexión que Andre Sousa compartía con nosotros esa misma mañana: las condiciones en las que vivimos serán las condiciones en las que produzcamos y comenzamos a pensar en el espacio postindustrial sin industrializar de nuestra periferia.

Continuamos avanzando. Por la tarde Árvore cooperativa, un proyecto artístico y educativo que surge del movimiento intelectual de Porto de los años sesenta en tanto resistencia política frente al Salazarismo. Superada la dictadura, Árvore cooperativa ayudaría al nuevo gobierno portugués a sentar las bases de otra educación posible y hasta hoy, aún y con todas las concesiones a la formalización y a la integración política y educativa en el ámbito europeo que vino después de la revolución del año 74, mantiene una envidiable autonomía como proyecto educativo. Nos quedamos profundamente impresionados por lo palpable de la vida real y el compromiso de trabajo y comunidad que a simple vista se percibe en todo el complejo educativo, una construcción histórica a la orilla del río Duero que la propia cooperativa ha ido rehabilitando según sus necesidades y posibilidades.

Para continuar la tarde subimos hasta el Café Ceuta donde nos encontramos con Susana Chiocca

Ahí, con Susana y más tarde con Jose Maia comenzó la mayor descarga de información que hemos recibido en mucho tiempo. Susana nos habló del proyecto de Performance «A Sala» que de 2006 a 2010 coordinó junto con Antonio Lago (actor) en el salón del apartamento que compartían. Ante la falta de espacios, investigación y docencia en torno a la Performance, Susana y Antonio decidieron abrir su propia casa y programar una vez al mes una sesión de Performance, durante cuatro años. Por «A Sala» pasaron treinta y cuatro proyectos de acción en los que participaron unos sesenta artistas. Parte de «A Sala» era también el programa «Recursos Humanos», una serie de conversaciones en torno a las investigaciones presentadas por los propios artistas una vez a la semana. Terminado el proyecto, en 2011, tuvo lugar una exposición documental sobre este trabajo en el CAPC y actualmente se prepara una publicación que en breve verá la luz, según nos comenta Susana, con importantes textos de reflexión e investigación en torno a la Performance en relación con otras disciplinas. A la charla con Susana Chiocca se unió poco después José Maia del que habíamos estado oyendo hablar durante todo el día ya que tanto como artista como comisario, José Maia participó e impulsó desde el inicio los múltiples proyectos, exposiciones e intervenciones de espacios que durante un periodo que ahora se nos empezaba a definir como claro (entre el 2003 y el 2010) coincidieron en Porto debido a la sincronía entre un grupo de artistas que ante la rigidez de la Escuela optaron, según nos comenta el propio Maia, por organizar los seminarios, conferencias y grupos de trabajo que consideraron oportunos para su formación. José nos habló también del Espaço Campanhá un espacio en el que comisarió durante el 2008 y el 2009 una serie de exposiciones e intevenciones que darían respuesta a lo que él mismo considera el descontento de un grupo de artistas que en esas fechas no encontraban en la Facultad de Bellas Artes ni en el sistema del arte local atención a la contemporaneidad ni al contexto artístico real de Portugal. Según Maia, el contexto de estos artistas estaba formado por un sistema incompleto en el que no existía una crítica de arte activa. En los años ochenta, comenta Maia, comienza a darse una relación más fructífera entre la producción artística y la crítica, actividad que considera fundamental, con la figura de Ernesto Sosa, entre otros, como dinamizador; a partir de ahí nos esboza toda una genealogía del sistema artístico portugués de los últimos trienta años que nos resulta imposible transcribir aquí y de la que daremos cuenta en una nueva visita a Porto en la que grabaremos la que seguro será una larga entrevista. Lo que sí nos gustaría compartir ya son las preguntas a las que Jose Maia trató de darse respuesta ante el reto de poner en marcha un espacio no habilitado en principio para el arte en un territorio en principio tampoco haiblitado para los artistas. Las preguntas fueron: ¿Cómo llevar a los artistas a la periferia?, ¿Qué es lo que se hace hoy?, ¿Qué tipo de espacio es este?, ¿Qué lugar ocupa este espacio? y ¿Qué se quiere decir?… Volvimos a pensar en el espacio postindustrial sin industrializar de la periferia compostelana.

Por último el «Salâo Olímpico» un proyecto artístico de Carla Filipe, Isabel Ribeiro, Eduardo Matos, Renato Ferrâo e Rui Ribeiro que tuvo lugar entre el 2003 y el 2006 en los bajos del Café Salao Olimpico como respuesta real, no insitucional, de nuevo, a las necesidades de exposición, formación e investigación de los propios artistas que lo gestionaron. Así nos lo contaría también esa misma noche Carla Filipe con la que pudimos compartir una interesante conversación sobre la experiencia de aquellos años y la publicación que al respecto produciría el Museo de Arte Contemporânea da Fundação de Serralves.

Por cierto, a finales del mes que viene Carla Filipe estará aquí, en Santiago, formando parte de la exposición colectiva Gravity & Disgrace comisariada por Miguel Von Hafe para el CGAC. Carla nos preguntó, a todas, a nosotros, a los compañeros de Baleiro y al miembro del Grupo de Investigación de la U.S.C. al que acompañábamos si en Galicia había algún espacio parecido. Uno de nosotros le contestó que pronto se pondría en marcha un espacio parecido en las afueras de Santiago, un espacio especialmente periférico y algo rural; Carla volvió a preguntar por qué un espacio así y no un local en el centro de la ciudad… la respuesta nos sirvió de debate, entre otras muchas cosas, para el camino de vuelta a Santiago, en el coche. Nosotros aún llegamos a casa al día siguiente; el jetlag de la periferia postindustrial sin industrializar del rural brutal.

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